Parodiando a García Márquez pareciera ser que en realidad sí estamos condenados a la soledad, en esta obra del médico Juan Fernando, más de la mitad está cobijada por un manto de extraña soledad, que incluso conduce a los amores confusos y hasta el suicidio, sin faltar la tragedia del alcoholismo que tanto afecta a nuestra sociedad.
En muchas ocasiones seguimos estando solos aún acompañados, nos persiguen y mortifican miedos, recuerdos y frustraciones que van haciendo mella en la profundidad del ser.
Son muchas las miserias humanas de las que cruzan por este intrincado mundo, el amor en tiempos difíciles, los avatares de afrontar una carrera profesional con sus subidas y bajadas, el drama familiar, la soledad y las penurias que afectan a tantos hogares, muchos de ellos convencidos que el dinero todo lo puede, todo lo tapa, cuando la felicidad está tan cerca, incluso en el abrazo y las caricias de un perro a quien otros despreciaron.

Allí, en esas amenas páginas se van desnudando una a una estas panorámicas de la existencia, que además nos recuerdan que somos seres de carne y hueso, plagados de sentimientos y de emociones.
Después de su primera publicación, “La Tentación”, el autor se atreve con una obra más completa, cuidadosamente editada, no solamente etiqueta, sino contenido que es lo que cuenta a la hora de leer.
Podemos decir con toda la certeza que ya hoy en la paz y la serenidad de la jubilación, el médico Juan Fernando está listo para enfrentarse a una novela con todos los ingredientes que una obra de esta magnitud exige, de hecho, se puede afirmar que Cuando Juntos Habitamos La Sombra es de por sí una novela subdividida en capítulos, así lo dice la prosa que va guiando al lector página por página.
Estamos hablando de una obra sustancialmente autobiográfica, allí el médico registra holgadamente sus facetas, sus experiencias vividas, sin tapujos ni prejuicios, se desparrama en términos estrictamente relacionados con la medicina, los que va hilando con preciosidad literaria y es tanto el poder de la palabra que ya viéndolo jubilado, el lector sufre con sus angustias académicas su trágico 2,8 en un examen sufrido, padecido a la saciedad el cual por fortuna y para alivio de todos termina en un 3,8. Ahí se siente la magia de la escritura.
Su esposa, Ana Catalina Pérez, dice que Juan Fernando es gardeliano hasta el bisturí, no hay duda, fuera de cantor de tangos y músico, el médico en uno de los capítulos del libro recrea con ingenio, los hechos que antecedieron a la muerte de Carlos Gardel en el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, en infausto accidente de aviación.
Parece un testigo presencial narrando la historia, el lenguaje, los nombres, la conexión con los guitarristas del Zorzal, su compositor de cabecera Alfredo Lepera, nos describe al piloto Ernesto Samper Mendoza como si lo tuviese al frente, con una gran capacidad narrativa y holgada conexión con el tema.
El autor tiene la habilidad de llevar al lector al sitio de la tragedia simplemente como si estuviese leyendo un periódico de la fecha, describe la muerte antes y después del más grande cantor de tangos de todos los tiempos, con pasión y detalles.
En dos de sus relatos nos muestra con claridad su faceta de médico, de músico y de gardeliano. No deja duda alguna.
Cuando Juntos Habitamos La Sombra es un libro ameno, ágil para la lectura, será la antesala para que el autor nos sorprenda con una novela del mismo corte, con los mismos hilos conductores, tiene muchas vivencias, con amplios recorridos no solamente por el mundo de la medicina, sino de la música, el contacto con la gente es una experiencia maravillosa a la hora de escribir, en síntesis un acumulado para bajar al papel, ahora que no está la premura de acudir al consultorio a curar los males del cuerpo, le tocará con su literatura comenzar a aliviar los males del alma.