La caída de Héctor Rangel

Wilmar Jaramillo Velásquez

Dura lex sed lex- «la ley es dura, pero es ley». Dura lex, sed lex es un principio general del derecho, proveniente del derecho romano, que puede traducirse como «la ley es dura, pero es ley». Hace alusión a que la aplicación de las leyes es obligatoria y que debe producirse contra todas las personas. Es un principio fundamental de los Estados de derecho. (Wikipedia)

No hay duda que el alcalde de Apartadó se cayó por una torpeza, una ligereza de campaña cuando se cree que para ganar todo se vale y aquí no pasa nada, nadie investiga, echen tierra al asunto y a gobernar como ocurre en la mayoría de los casos.

Ese cuento que a Rangel lo tumbaron malos perdedores, enemigos de Apartadó y una justicia comprada es falso. Se cayó por una comprobada doble militancia que el mismo ratificó en las primeras diligencias judiciales y le aplicaron la ley, la misma que no les aplican a tantos bandidos atornillados en los cargos de elección popular.

Es cierto que nuestra justicia es amañada, parcializada, clasista, racista y retorcida a más no poder, que las mal llamadas altas  cortes legislan y gobiernan para el lado que les convenga políticamente, casi siempre inclinadas hacia la extrema derecha de donde provienen y patrocinan a la mayoría de sus componentes, que se niegan a reformarse y que terminaron en vulgares carteles de la toga, que el gobierno del progresismo del cual Rangel se autoproclamó aliado, está siendo perseguido por dichas cortes, que en el Consejo Nacional Electoral y en el Consejo de Estado específicamente, todo lo que huela a Petro hay que perseguirlo, pero fue Rangel quien incurrió en la doble militancia prohibida por la ley, entonces tome para que lleve.

Rangel tiene estatura física pero no política, demostró su desprecio por la ley y el estado de derecho que juró defender, los fallos de los jueces se acatan así no se compartan, pero armó una cadena de tramoyas para dilatar el proceso, siempre mal asesorado y como si algo faltara, un grueso número de cancerberos, de lavaperros de todas las pelambres armaron una muralla de ataques y retaliaciones en contra de los tribunales y de los miembros de la oposición para culparlos del hundimiento del barco, hasta el gobernador de Antioquia cayó en esa andanada cuando lo único que hizo fue cumplir  con una orden del Consejo de Estado la cual es clara y precisa, nombrar alcalde encargado y convocar a elecciones.

Rangel pudo haber salido por la puerta grande, reconocer el error y seguir avanzando en su proyecto político, pero prefirió la puerta trasera, atornillarse en el cargo hasta ser presionado por la Procuraduría para que acatara las órdenes judiciales.

El panorama político de Apartadó es terrorífico, viene una campaña corta, para un periodo corto, si en la anterior corrieron ríos de dinero por sus calles, la que se avecina con casi cien mil millones de pesos nada más por concepto de un empréstito que el alcalde saliente no alcanzó a disfrutar de por medio, fuera de otros recursos y proyectos en marcha para ser ejecutados, harán de este cargo una verdadera joya de la corona, la puja será tenaz y como siempre lo hemos dicho en estas tribunas de opinión que, se caliente el debate pero que no vuelvan los homicidios, la región no se puede dar el lujo de retroceder casi dos décadas.

Rangel debe reflexionar con cabeza fría y dejar de estar buscando a quienes culpar de su naufragio, aplacar a sus cancerberos, concentrarse en la campaña que viene, partiendo por corregir errores, evitar el todo se vale, sin olvidar que acaba probar una copa muy amarga.

Sin ser aguafiestas considero que, para Apartadó lo peor está por venir, su dirigencia no aprendió nada del pasado, no hay responsabilidad con el pueblo, no hay madurez política, claro que tenemos un frágil estado social de derecho, pero es lo que tenemos para seguir construyendo, perfeccionado, siempre será mejor que una dictadura.

A los electores que de buena fe acompañaron el proceso de Rangel, la vida continúa, tener muy en cuenta que la ley es dura, pero es la ley, que los responsables de este descalabro están en su propia orilla no en la vecindad.

Urabá-enero-24-2025.