Políticos en apuros en Apartadó

Wilmar Jaramillo Velásquez

El despiste de los políticos en su afán de cautivar electores en muchas ocasiones los lleva a decir estupideces frente a los micrófonos, o son demasiado torpes o creen muy tontos al votante, al receptor de sus mensajes.

Hace unos días un aspirante a la alcaldía de Apartadó gritaba descompuesto frente a un micrófono; como energúmeno amenazaba a los directivos de la Universidad de Antioquia por no traer a Urabá la Facultad de Medicina.

Deberá saber el gritón de marras que la educación superior en Colombia no es competencia de los alcaldes, sino del absoluto resorte del Ministerio de Educación en la que también interviene su “socio” el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación – ICFES.

Así el alcalde tenga un costalado de billetes para este fin no podrá implementar una Facultad de Medicina, sencillamente por no ser de su competencia incurriría en un delito que se llama peculado y otro más que es usurpación de funciones entre otros.

Lo que si pueden hacer los alcaldes es firmar contratos con las universidades para reforzar la educación superior en sus municipios, gestionar ante los entes responsables, promover la apertura de una universidad, una extensión hacia sus municipios sin invadir las esferas de las competencias establecidas para estos fines, hacer solicitudes respetuosas.

Que Urabá necesita entre muchas otras cosas una Facultad de Medicina, claro que sí, pero hay que seguir el camino correcto, por ejemplo, desde hace varios años el médico y analista, Luis Alfonso Ossa B. viene con la cantaleta de fortalecer un hospital Universitario en Apartadó, pero a la fecha no ha habido un oído receptor en los medios del poder político-administrativo que escuche, ese sería el primer paso para consolidar y justificar dicha Facultad.

Ahora, saben los políticos de Apartadó cuántos estudiantes aspiran estudiar medicina en la región. ¿Conocen de la crisis financiera que azota a la UdeA en los actuales momentos? ¿O simplemente saben cuánto cuesta traer a la región una Facultad de Medicina y la infraestructura requerida sin contar con un hospital universitario?

Urabá tendrá su Facultad de Medicina, su crecimiento demográfico y desarrollo en general así lo indican, pero de una forma planificada, ordenada y garantizando su permanencia, con las dotaciones adecuadas y la calidad de la educación impartida requerida, esto no se puede manejar de una manera tan ligera, irresponsable y folklórica. Tampoco puede ser el discurso acalorado de un político en apuros.

Van los siguientes datos para los políticos despistados, a corte del año 2024, 20 estudiantes nacidos en seis municipios de Urabá, cursan en la actualidad carrera de Medicina en la Universidad de Antioquia, pero un total de 572 estudiantes de Urabá cursan algún tipo de programa del área de la salud.

La UdeA en Urabá tiene ocho programas del área de la salud, fuera de psicología e ingeniería sanitaria así:

Administración en Salud, Entrenamiento Deportivo, Gerencia en Sistemas de Información en Salud, Ingeniería Agropecuaria, Licenciatura en Educación Física, Microbiología Industrial y Ambiental, Tecnología en Gestión de Insumos Agropecuarios y Tecnología en Regencia de Farmacia.

Todos debemos entender que la universidad no es un pugilato para “apretar” a nadie que, son centros de pensamiento, laboratorios del conocimiento, los escenarios naturales para la formación académica de nuestra sociedad.

Para concluir por ahora, tanto el coordinador regional de la UdeA en Urabá, Braulio Andrés Angulo Martínez, como el rector del Alma Mater, John Jairo Arboleda, podrán dormir tranquilos porque no habrá nadie al acecho para “apretarlos” por supuestamente “haberles quedado grande” traer la Facultad de Medicina para esta región.